jueves, 28 de junio de 2012

Solsticio de verano... Sinagoga del Agua.


En algún lugar, no recuerdo, he leído recientemente que se cree que el Solsticio de verano se empezó a celebrar hace casi 5.000 años, en el momento en que el hombre tuvo consciencia de que van reduciéndose paulatinamente con el paso de los días y las semanas.

 Los pueblos de la antigüedad invocaban y homenajeaban a esa luz y ese calor porque fecundaba las cosechas y hacía que el campo y los bosques se llenaran de frutos que les alimentaban, y de semillas que garantizaban las próximas cosechas, por lo que no es de extrañar que le atribuyeran esas connotaciones mágicas que han perdurado hasta nuestros días, aunque desconozcamos su procedencia.

Este año he tenido la oportunidad de vivir uno de esos momentos mágicos en los que tus ojos no pueden retener tanta belleza, a pesar de querer hacerlo por la fugacidad del momento.

Ya me habían hablado del solsticio de verano den la Sinagoga del Agua de Ubeda.
( si no la conoces, luego te indico) Por tanto invitado por mis  amigos de Artificis y en especial  por Fernando Crespo propietario del lugar quise vivir ese
momento estelar.
A primera hora de la mañana los rayos del sol ascienden con lentitud por la puerta de luces de la Sinagoga del Agua, y penetran tímidos por un ventanuco hasta proyectarse, como símbolo de pureza y vigor, sobre el agua del posible mikveh o baño ritual.
El juego de luces y sombras que provocan los solsticios de verano han sido utilizados en multitud de rituales en la antigüedad, con simbolismos muy similares. 

Para las comunidades judías el mikveh o baño ritual era de suma importancia. Los hombres solían usarlo los viernes y antes de las grandes festividades. Las mujeres realizaban el baño purificador antes de su matrimonio, después de los partos y al final de la menstruación.

Interpretaciones religiosas y paganas podremos encontrar y seguro que encontraremos muchas…


Belleza, recogimiento, y tal vez algo de magia.
Si quieres saber más: www.sinagogadelagua.com