martes, 26 de marzo de 2013

LO SABE O NO LO SABE...DEBERIAN SABERLO


Cada vez son más los adeptos al programa de entretenimiento "lo sabe o no lo sabe". Confieso que hasta un servidor se ha convertido en un adepto a este concurso y cada día me siento a las 21:00 ante la tele.
Muchos son los méritos que tiene este programa. Podríamos comenzar reconociendo que ha conseguido la máxima audiencia para la cadena que lo emite, en la franja horaria de emisión; lo que sin duda, ha garantizado su continuidad en lo que llevamos del 2013.
La segunda causa de reconocimiento es, que más que un programa concurso, se haya convertido en un programa educativo.
Hay una tercera causa por la que este programa se ha ganado mi admiración, no es otra que, haber demostrado ante las cámaras, al publico en general, ese dicho de "las apariencias engañan". Se juzga al colaborador por su apariencia y se llevan un chasco.
Y la última causa de honor, no es otra que, haberse convertido en el termómetro de la ignorancia de los españoles.
Este programa, dedicado a toda la familia, se distingue por hacer preguntas de cultura general a personas elegidas al azar.
Antes de ser elegidas, nadie sabe nada de estas personas. Una vez deciden contestar,  aportan datos sobre ellos mismos, en la mayoría de los casos sobre sus profesiones o estudios. Informáticos, abogados, diseñadores, fisioterapeutas, etc. También empleados de limpieza, camareros, y demás profesiones nobles.
Aquí es donde uno se sorprende de la poquita cultura general que tienen nuestros universitarios. Ni siquiera se sonrojan cuando fallan o desconocen una respuesta de historia, geografía, literatura, arte, ciencias naturales, etc. No dudo que en lo suyo estén muy preparados pero insisto, "cultura general" nada de nada.
Gracias a ellos, nosotros los que peinamos canas y guardamos de recuerdo la enciclopedia "Alvarez" de nuestro hermano mayor; la vieja guardia de la EGB, BUP y COU, nos sentimos unos sabios y unos privilegiados. Nos sentimos orgullosos del sistema de enseñanza al que tuvimos acceso. Un sistema con libros de texto que aún hoy son un referente de consulta. Nada de libros para pintar o escribir, mas cuadernos, muchos apuntes y los correspondientes deberes para casa. Un sistema de enseñanza con los suficientes filtros para que a la universidad llegasen los mejor preparados. Para los demás también había una continuidad, La FP (formación profesional) a la que debemos los estupendisimos profesionales en distintas materias.
Pero la pregunta ¿Lo sabe o no lo sabe? habría que hacérsela a las administraciones que controlan la educación en nuestro país. Porque a la vista de lo visto, un simple programa de televisión ha puesto de manifiesto la poca calidad de la enseñanza en nuestro país.
Han huido de la realidad y para evitar el fracaso escolar han levantado la mano desde la mas tierna edad. El nivel de exigencia ha caído hasta tal punto que las propias editoriales han quitado contenidos a sus libros de texto. Comprueben sino los antiguos libros de la EGB y los actuales de la primaria y ESO.
A esto debemos sumarle el fracaso de dejar en manos de las comunidades las competencias educativas, porque eso ha potenciado los contenidos regionales sobre los contenidos de carácter global. Insisto comprueben los libros de texto por comunidades autónomas.
Han puesto de moda los centros TIC, los centros Bilingües, incluso han regalado portátiles a los escolares, ya les hubiesen regalado una enciclopedia por lo menos no pueden cortar y pegar, ni usarla para jugar en la calle con sus amigos. (reprimenda también para los padres complacientes o pasotas)
Pero reitero la pregunta, ¿lo saben o no lo saben?. Hay demasiada gente viviendo de la gestión administrativa de la educación. "Si lo saben" pierden, por incompetentes; y "si no lo saben" también pierden, por incompetentes.
La educación no es un programa de entretenimiento, aquí al contrario del programa de televisión, no gana nadie. DEBERIAN SABERLO.


lunes, 25 de marzo de 2013

PARA PERDERSE... Y NO ENCONTRARSE


Uno de los accesorios para el automóvil a los que siempre le tuve mucha consideración, ha sido el navegador o GPS.
Si os habéis dado cuenta, hablo en pasado porque en el presente la cosa es bien distinta.
Cuando decidí renovar el dichoso aparatito, alguien me dijo: " Comprate un Garmin": Según esta persona esta marca es la mas utilizada en Europa, de hecho son los que llevan las compañías de alquiler de vehículos. ¡No se! tengo mis dudas de ello, pero nunca desoigo el consejo de un buen amigo. (Aunque debí mosquearme al ver en su coche un Tomtom).
Pues, le hice caso y compre un Garmin, ni me acuerdo de modelo, ni  quiero mirarlo.
Lo que si estoy seguro es que los señores de Garmin no necesitan GPS o utilizan los de la competencia.
Vamos a ver, hay cosa mas ridícula que la siguiente instrucción: " a 50 metros coja la salida por la calle Alfonso XII (literalmente Alfonso equis- i- i.).
Si esta instrucción te la dan en tu propia ciudad pues seguro que sabes por donde tienes que girar; pero para esto no hemos comprado un Gps, ¿verdad?.
Si la instrucción te la dan en una ciudad desconocida entonces comienza el desconcierto. Lo primero que haces es decirle a tu acompañante (si lo llevas) que mire que pone en esa esquina. Si no llevas acompañante, entonces, miras la pantalla del aparatito con desesperación para intuir donde tienes que girar. Lo mas probable es que te pases y entonces viene esa voz cansina que te dice una y otra vez que esta recalculando; ¿de verdad es necesario decirlo una y otra vez?. Nuevo intento y otra vez a recalcular.
Llega un momento donde el complejo de torpe e inútil te lleva a bajar la ventanilla y a la antigua usanza preguntar al primer peatón  que te cruces.
Vamos a ver, señores de Garmin. Se supone que si compro un Gps es porque no se llegar a los sitios; por tanto no conozco el nombre de las calles.
Si conociese el nombre de las calles de cada ciudad, además de ser un portento, no necesitaría un Gps.
¿No sería más fácil decir que giremos la segunda calle a la derecha o a la izquierda?
Esta instrucción vale para cualquier ciudad o país. Lo entienden estudiados y no estudiados, mayores, jóvenes y niños. Es simple, sencillo y practico.
Por tanto no seré yo quien recomiende sus aparatitos y si en Europa les eligen por encima de otras marcas; será por alguna de estas causas: O el resto de los europeos son unos portentos, o tienen otro sistema de señalización de calles más visible, o se pasan el día recalculando.
Un recalculado saludo.