lunes, 25 de marzo de 2013

PARA PERDERSE... Y NO ENCONTRARSE


Uno de los accesorios para el automóvil a los que siempre le tuve mucha consideración, ha sido el navegador o GPS.
Si os habéis dado cuenta, hablo en pasado porque en el presente la cosa es bien distinta.
Cuando decidí renovar el dichoso aparatito, alguien me dijo: " Comprate un Garmin": Según esta persona esta marca es la mas utilizada en Europa, de hecho son los que llevan las compañías de alquiler de vehículos. ¡No se! tengo mis dudas de ello, pero nunca desoigo el consejo de un buen amigo. (Aunque debí mosquearme al ver en su coche un Tomtom).
Pues, le hice caso y compre un Garmin, ni me acuerdo de modelo, ni  quiero mirarlo.
Lo que si estoy seguro es que los señores de Garmin no necesitan GPS o utilizan los de la competencia.
Vamos a ver, hay cosa mas ridícula que la siguiente instrucción: " a 50 metros coja la salida por la calle Alfonso XII (literalmente Alfonso equis- i- i.).
Si esta instrucción te la dan en tu propia ciudad pues seguro que sabes por donde tienes que girar; pero para esto no hemos comprado un Gps, ¿verdad?.
Si la instrucción te la dan en una ciudad desconocida entonces comienza el desconcierto. Lo primero que haces es decirle a tu acompañante (si lo llevas) que mire que pone en esa esquina. Si no llevas acompañante, entonces, miras la pantalla del aparatito con desesperación para intuir donde tienes que girar. Lo mas probable es que te pases y entonces viene esa voz cansina que te dice una y otra vez que esta recalculando; ¿de verdad es necesario decirlo una y otra vez?. Nuevo intento y otra vez a recalcular.
Llega un momento donde el complejo de torpe e inútil te lleva a bajar la ventanilla y a la antigua usanza preguntar al primer peatón  que te cruces.
Vamos a ver, señores de Garmin. Se supone que si compro un Gps es porque no se llegar a los sitios; por tanto no conozco el nombre de las calles.
Si conociese el nombre de las calles de cada ciudad, además de ser un portento, no necesitaría un Gps.
¿No sería más fácil decir que giremos la segunda calle a la derecha o a la izquierda?
Esta instrucción vale para cualquier ciudad o país. Lo entienden estudiados y no estudiados, mayores, jóvenes y niños. Es simple, sencillo y practico.
Por tanto no seré yo quien recomiende sus aparatitos y si en Europa les eligen por encima de otras marcas; será por alguna de estas causas: O el resto de los europeos son unos portentos, o tienen otro sistema de señalización de calles más visible, o se pasan el día recalculando.
Un recalculado saludo.

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