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Obra: "Se acabó la función" Acrílico sobre lienzo. Autor: Jose Manuel Fernández Arillo |
(A mis hijos Jose Manuel y Alberto… Gracias)
Una vez pinté un cuadro, y me sentí pintor.
Mezcle colores en mi paleta,
Y me sentí creador y me sentí artista.
Y pinté paisajes, pinté el mar.
Y quise ser retratista,
Y pinté payasos, y hasta alguna teta.
Una vez modelé barro, y me sentí escultor.
Apreté la arcilla entre mis manos,
Y me sentí creador, y me sentí artista.
Y modelé rostros, modelé bustos, y fije mi
vista
En cuerpos sin rostros ni
brazos.
Una vez escribí un poema, y me sentí
escritor.
Compuse versos sin medida;
Y me sentí poeta, me sentí artista.
Y escribí prosa y escribí versos sin rima.
Y escribí con el alma y escribí de la vida.
Una vez…
Una vez quise ser padre.
Y al conseguirlo lloré.
Y agarre sus manitas, y escuche sus
primeras risas,
Y con sus primeros llantos, también lloré.
Anduve sus primeros pasos; y los vi crecer.
Y no supe pintarlo;
Y no supe moldearlo;
Y no supe relatarlo;
Pasó demasiado deprisa y lloré,
Alcance mi mejor obra
Sin ser pintor, ni escultor, ni poeta.
Y con los años me convertí en un mal
pintor,
Que pinta un lienzo inacabable.
Un mal escultor,
Esculpiendo un modelo inalcanzable.
Y sigo escribiendo historias;
Pero ninguna de ellas me satisface.
Pero oír un “papá te quiero”;
me recuerda cada día
que sigo siendo padre.
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